Hoy comencé mi día con un gran vaso de chocolate, eso me pone feliz ya que me sube todo el azúcar y hace inevitable sonreir en todo momento.
Gané la batalla de mis recuerdos y ahora todo lo he guardado en una caja, algún día me reiré de todo cuando lo vea.
Entonces siento el sol en mi piel, ese calor natural que pocas veces me había dado el tiempo de recibir. Me toca pero yo no puedo tocarlo, solo lo siento y me lleno de él.
Se acompaña de viento, a la vez éste es una metáfora de aquellas malas experiencias que si bien pretenden llevarme a un lugar desconocido, me mantengo firme y voy a donde quiero, no a donde me lleve.
Tomé un camino que no son precisamente las losas amarillas del mago de oz pero llevan un buen destino: la meta de mi vida que se forma si ndarme cuenta.
El pasto es tan verde que tiene luz propia, el verde es vida, he allí la escencia: la vida resplandece por si misma, es linda cuando la cuidas y muere cuando uno quiere.

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