La noche es tan obscura que no veo las gotas de lluvia y sólo las escucho caer.
Tengo una horrible sensación de que algo te ha pasado y es cuando más maldigo el don empático que cargo desde hace un tiempo. El sentimiento surgió de la nada así como el amor que te tengo y es mucha la desesperación de no saber lo que ocurre porque me es imposible llamar para preguntarte.
Siempre hay la posibilidad de que sean alucinaciones mías lo cual no sería raro, mi imaginación es más grande que el infinito, entonces regreso al punto de que te extraño tanto como me es posible, así con cada parte de mí, visible o no visible.
Quiero pensar en otras cosas, distraerme con otras melodías pero siempre surgen esas que van como anillo al dedo y no puedo escribir algo mejor que la in explicación de cómo sigo atada a tu amor, un amor sin destino, un amor que se fue quién sabe a donde. Lo más horrible que me ha pasado es cargar este cadáver, una relación a medio terminar que no ve la luz de su muerte definitiva.
Estoy terriblemente perdida entre las dudas que tengo, los consejos que me dan aquellos que me quieren, tus acciones y las mías. Soy peor que una gráfica, una serie de altibajos cubre la última serie de tiempo que ha trascurrido en lo que se conoce como mi vida.
Suena demasiado triste… el rosa y el verde no pueden prevalecer eternamente…
Un pasado que siempre encuentra la forma de regresar carece de nombre para llamarlo, diré que me ata en algo más complicado que una telaraña y a duras penas me permite respirar, sigo de pie, hago mi vida cotidiana pero es una manera robótica de vivir, realmente el motor esta en pausa y falta la mano que lo haga funcionar de nuevo, necesito que me regreses mi mano para accionar el play.
Contigo o sin ti, que irreal se lee ese “sin ti” porque es como si mantuviera los pedazos de lo que alguna vez fue y no se que hacer con ellos, no caben en una caja ni en el espacio y mucho menos en el infinito, están regados por toda yo y tu no has decidido que hacer con ellos.
Fin de dos, falta tu última palabra…si le apuras no me molesto…
Tengo una horrible sensación de que algo te ha pasado y es cuando más maldigo el don empático que cargo desde hace un tiempo. El sentimiento surgió de la nada así como el amor que te tengo y es mucha la desesperación de no saber lo que ocurre porque me es imposible llamar para preguntarte.
Siempre hay la posibilidad de que sean alucinaciones mías lo cual no sería raro, mi imaginación es más grande que el infinito, entonces regreso al punto de que te extraño tanto como me es posible, así con cada parte de mí, visible o no visible.
Quiero pensar en otras cosas, distraerme con otras melodías pero siempre surgen esas que van como anillo al dedo y no puedo escribir algo mejor que la in explicación de cómo sigo atada a tu amor, un amor sin destino, un amor que se fue quién sabe a donde. Lo más horrible que me ha pasado es cargar este cadáver, una relación a medio terminar que no ve la luz de su muerte definitiva.
Estoy terriblemente perdida entre las dudas que tengo, los consejos que me dan aquellos que me quieren, tus acciones y las mías. Soy peor que una gráfica, una serie de altibajos cubre la última serie de tiempo que ha trascurrido en lo que se conoce como mi vida.
Suena demasiado triste… el rosa y el verde no pueden prevalecer eternamente…
Un pasado que siempre encuentra la forma de regresar carece de nombre para llamarlo, diré que me ata en algo más complicado que una telaraña y a duras penas me permite respirar, sigo de pie, hago mi vida cotidiana pero es una manera robótica de vivir, realmente el motor esta en pausa y falta la mano que lo haga funcionar de nuevo, necesito que me regreses mi mano para accionar el play.
Contigo o sin ti, que irreal se lee ese “sin ti” porque es como si mantuviera los pedazos de lo que alguna vez fue y no se que hacer con ellos, no caben en una caja ni en el espacio y mucho menos en el infinito, están regados por toda yo y tu no has decidido que hacer con ellos.
Fin de dos, falta tu última palabra…si le apuras no me molesto…
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