Mientras me tomaba un té negro , el frío entraba por la puerta y me imaginaba caminando contigo por las calles de New york cubiertas de nieve.
En días como hoy , cuando el frío cala hasta los huesos, es cuando más resiento tu ausencia. Quisiera platicar contigo de todo y nada a la vez, verte a los ojos y abrazarte como aquella última vez.
La noche es demasiado fría, aunque seamos ositos cubiertos de cobijas hay un calor que nos hace falta...exactamente ése.
No hay estrellas en el cielo, está la luna blanca y resplandeciente con nubes alrededor lo cual hace que te extrañe un poco más cada vez que vea al cielo.
Será el invierno más frío de todos. La lluvia no llegó a tiempo, no pude besarte ni caminar a tu lado debajo de ella.
Siento todo tan inconcluso, no hubo último beso ni un adios oficial, mucho menos palabra final.
El frío invade todo incluyéndome, falta el verano en mi cama, nada es rosa, amarillo o verde, hoy no quería extrañarte pero ésta noche tampoco podremos hablar.

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