No existen límites cuando eres mío.
Yo no te doy permiso de irte y si tú rompiste la promesa falta mi parte de romper.
Siempre voy a derretirme cada vez que huela tu perfume o cuando escuche tus palabras.
Me haces falta, así de simple, te busco de una manera inconsciente.
No me importa parecerme débil, creeme que me da igual.
Soy extraña, es imposible que borres lo que siento porque es algo demasiado grande. No puedo hablarte, sigo sin articular algo que se pueda entender.
No estás tú y no se si me extrañas o sigues tomando café.
Quizá nunca me habías hecho falta como hoy, cuando mi miedo más grande se hizo realidad.
Tengo tantas preguntas que quisiera hacerte y sin embargo no quisiera escuchar las respuestas, no serian lo que yo quisiera escuchar.
Creo que me gusta martirizarme, tal vez así acepte todo sin seguir buscando la manera de evitar mi dolor. Tal vez se besaron en las escaleras, compartieron un dulce de tamarindo y bailaron al pasar por la tienda de música. Olvidaba mencionar que han de haber contado las galletas del auto y compraron un rol de canela recién horneado para terminar con él mientras veían el show del payaso.
Te dije que eran muchas suposiciones, pero no puedo evitar amarte así hagas lo que hagas.
El tiempo es tuyo, creo que solo ocupas eso para hacer bien las cosas, no tengas miedo.
No puedo dejar de pensar en cuando fuimos a la playa o cuando me mojaron en la escuela y no querías que me enfermara. Recuerdo cuando me fui a la gran manzana y fuiste lo que más extrañé, me recibiste con un osito rosa que duerme conmigo desde esa vez.
Lamento no contener mis deseos, por favor recuerda que te amo.

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