¿Por qué te espero?
Ah, yo y mis preguntas.
¿Vale la pena?
No quiero ceder así de fácil,
pero olvide que tu también estás involucrado
y la guerra también es tuya.
Guerra se oye muy feo
pero es con lo que me puedo identificar:
a su paso destruye, deja muertos y heridos,
se pelea por algo.
Anoche creí que no todo está tan mal como se ve.
Te escuchas mejor, más tranquilo
aunque ese tono de preocupación y de confusión
no abandona tus palabras.
Vuelvo a negarme ante la posibilidad de cuestionarte
pero es tan difícil ceder cuando lo que se dio
no fue de una manera sencilla,
igual hubo muertos sobre todo de mi parte.
Seré realista por un segundo,
¿Qué tal si ya me olvidaste y no lo has descubierto?
Hoy no quiero ser empática,
pero igual es raro ver que casi al final
las emociones y los pensamientos siguen unidos a los dos,
todavía podemos complementarnos
y todavía tenemos un pensamiento sincronizado.
Quiero y no quiero verte.
Quiero y no quiero sentirte.
Quiero y no quiero quererte.

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