Es enorme la diferencia entre patos y vacas...
Mi demencia es más difícil de controlar cada día y en veces ni yo sola la soporto, es amiga de mi paranoia que escucha mi nombre en el radio acompañada de aquella canción.
En una semana...ha llegado la calma, para el frío he conseguido un calentón que se apaga cada determinado tiempo y además tengo unos calcetines rojos que cierran el paso a la helada de mi cama.
Un instante más y m hubiera convertido en una Celina sin gatos...me salvé y ahora soy la chiqueada de siempre, de la clase que es un amor.
Ahora entiendo, la prisa por mi madurez es superar las cosas que duelen...gracias para quien me dió el título de pato.
Todo tiene sentido, por eso tanta cosa...
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