Hice un espacio en medio del frío nocturno. Cada año en una noche como hoy renace la esperanza en la vida de muchos.
Durante mi maratón de canciones en voz y piano, hice una promesa: amarte como siempre lo hice y como siempre lo haré, tu existes, es todo lo que necesito.
Sin fin de veces me he reprochado esperarte sin razones, amarte sin límites al respirar los recuerdos del primer beso, cambio por un chocolate, apuesta como excusa.
Los instantes lo valen, llorar ríos enteros para lograr un segundo de tu sonrisa o simplemente noches en vela para leer tus mensajes en botella. Es la sensación de verte y conocer mi futuro, darle valor a los pequeños detalles y resumir todo en el instante en que te cruzas frente a mi mirada.
La mañana que deseo no llega, quiero que tu me despiertes. No entiendo como contenerme, te veo y me dan tantas ganas de besarte que no lo hago, te mirabas tan lindo con ese intento de sonrisa, mientras tanto recuerdo que así me enamoré de ti: viéndote sonreir de la manera más sincera posible.
Tengo la mirada perdida, he pasado el dia en el ayer, como tú mismo dijiste : se te quiere y se te extraña.
Es tan estúpido jugar a no quererte porque siempre he deperder. Tenerte hasta siempre, tenerme para siempre es algo inconsiente como cada día 21. Cubrir tu cuerpo de besos, el sueño de cada noche, mi desvelo es recordarte hasta el amanecer y sentir los rayos del sol como si fueran tus manos en mi piel.
Desvarío tanto, cierro los ojos y hablo sin que me escuchen, tu mirada dice que me amas, que no te deje, que te hago falta, que soy todo para ti. La mía te responde, sólo dí lo que callas, dí lo que sabes, nunca me voy a ir, aquí me tienes, te amo como siempre.
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