Hoy es la época en que más he odiado el tiempo, todo se terminó con mi maldito berrinche de niña de primaria.
Es muy fácil que digan que no vales la pena, que somos diferentes, que algo bueno vendrá, que me valore, etc., etc., etc., eso no quiere decir que es fácil dejar de amarte.
Yo también perdí al mejor novio que había tenido y al mejor amigo, amigo que sabe el significado de todas mis caras y que canta canciones navideñas en primavera, entre otras cosas.
“El dolor cuando es por dentro es más fuerte y no se cura con decírselo a la gente”. Alejandro Sanz es un ídolo en materia de rupturas amorosas. Todo este tiempo he estado escuchando la música que tengo de él y me siento tan triste que si ni siquiera puedo llorar. Creo que eso es grave pero en este momento es poco lo que me importa, poco lo que es lógico en mí, solo quisiera abrazarte como alguna vez lo hice, eso siempre solucionaba todo de una manera silenciosa.
Hasta egoísta me considero, quiero a mi amigo pero no quiero saber de tus amores, no quiero saber de “ella” porque es ese cuchillo que se clava cada vez más y aún dentro del cuerpo se mueve causando más dolor y desgarrando todo lo que encuentre a su paso.
Dudo que leas esto, ahora si que eché todo a perder y dudo que así de la nada disculpes el pequeño detalle.
Quisiera saber que piensas exactamente, ahora resulta que hasta necesito escucharte.
En pocas palabras te necesito mucho, eras demasiado en mi vida, es como si el sol se apagara y la tierra se muriera, debí de haberte amado un poco menos, debí de haber pensado en solo quererte y recordar que el amor, el verdadero siempre duele.
Dudo que haya una próxima vez en la que ame a alguien tanto como te amo a ti, pero si llegara a suceder recordaré amar con limitaciones, o tal vez solo lo quiera.