A partir de las 6 de la tarde todo inicia.
Cada noche hay una retrospección y la nostalgia se presenta, es mi dueña y la tuya también.
Ninguno puede dormir.
Sigo tejiendo en vez de llorar, justo como una de mis tantas heroínas. El programa de siempre me arrulla y pierdo la poca fortaleza que me queda, siempre te puedo escribir.
No sé de que manera le haces frente a la nostalgia cuando te encuentras en mi lugar, sólo veo tus mensajes que muestran el pensamiento sincronizado firmando todo lo que hemos compartido.
Cada noche quiero dar pasos hacia atrás y no perderte como lo hice, nos veo bailando como el dia que descubriste el otro nombre del caldo de napa, nos veo en los jardines de la preparatoria y nos veo en la playa.
Sigo esperando en el mismo lugar como aquél día que te dije que me gustabas y no sabía lo que dirías.
Una parte más de tu efecto: olvidarte es recordar que es imposible...