Hay personas que en su miseria pierden toda su gracia. Ellos trazan el camino a su muerte y a pesar de que otros intenten salvarlos, no existe quien recupere su libertad si no quiere ser liberado.
En una misma tarde, chocaron mi ayer, mi hoy y mi maniana. No imaginaba lo clasico, eran enfrentamientos graves, culminaban en la media vuelta de mi parte. Quiza deseo abofetear al ogro de mi destino por hacer de mi algo miserable e invisible.
Hoy hay algo mas...nada particular, nda personal, exactamente abrir los ojos para salir de mi tumba. No le tengo fe, no le tengo esperanza, solo se encuentra a la vuelta de mi cabeza. Si bien no es el amor de mi vida, me da tranquilidad y eso es algo de lo que buscaba, la bofetada a mi ogro, la tumba del creador de mi miseria: yo.
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