Perfecta Pangea
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Eran pocas las maletas que llevaba y rapidamente las recogio sin olvidar la revista de cine que compro en el aeropuerto de Paris antes de su partida.
Con 10 horas de vuelo solamente queria caminar, pero el internet tiene 50 % de mentiras, por lo cual no podria confiar en mapas vistos. Abordo un taxi amarillo.
-Al hotel Pennsylvania en la calle 33
-¿primera vez en la gran manzana?
-si
-no parece turista
-gracias
El clima era un loco, vio que haria calor pero gotas de lluvia caian afuera del taxi.
Curioso...muy curioso, la lluvia le recordaba los inviernos europeos, todo aquello que le hubiera costado entender y afrontar, el invierno no era solo una estacion fisica y visible.
En cierta forma, habia llegado a esa ciudad evadiendo la soloedad provocada por algo desconocido hasta ese momento.
Era realmente grande y aunque Andres estaba acostumbrado a edificios llamativos, la ciudad era algo impresionante.
Las memorias que iban y venian, lo arrebataron del tiempo sin percatarse que llego a su destino, pago al taxi y se dispuso a registrarse, la fila era larga.
Se armo de paciencia...alguien golpeó su talon con una maleta, el volteo.
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