Me siento sola.

Caminaba por las calles que alguna vez me pertenecieron, en el centro de mi sentido bifurcado vi como se reproducieron escenas alternas de mi pasado, las decisiones tomadas eran distintas y por lo tanto el resultado no es el actual.

La maleta de recuerdos diarios no pesaba como ese entonces. Vi a una de las tantas luces de mi vida y recorde lo feliz que llegue a ser.

Tome el camino de hace un año...pase por la sede de mis locuras...

Sentirme sola en medio de tanta gente es casi habitual, no por no sentir amor, eso lo tengo.

Soledad equivale a hablar en silencios, hablar sin ser escuchado, ver que la gente pasa, convive y uno no cede a esas emociones, uno se pierde en la nada del todo que lo envuelve, deja de encontrar sentidos a las palabras para hablar su propio lenguaje, el que solo conoce su creador.

En ocasiones llego a ser presa del miedo, la oscuridad que siempre tiene abierta la puerta de mi habitacion me invade cuando duermo, brotan suenios tristes y extranios que nunca llegan a la realidad. Un miedo ficticio, me espera en cada rincon, el monstruo que me arranca fragmentos de piel, mis extremidades y riega mi sangre por toda la casa. Un miedo espiritual, perderme en ideas sin sentido, en penas ajenas, a desconectarme del mundo como lo conozco y ser un simple admirador, sin voz ni voto.

Miedo, nostalgia, duda, amor...me siento sola.