Por andar de ciega,
las sombras brillaban con la luz del sol,
el frío quemaba hasta las entrañas
e hicieron callar esas palabras que gritan en el medio de la noche.
No quise aceptar lo mucho que te extraño,
sobre todo en estas fechas cuando ciertas etapas terminan
y si alguien debía sostenerme para seguir caminando...
eras tú.
Esa noche, quise escucharte una vez más,
quizá los oídos hubieran sangrando,
dudo, más que el corazón.
Una simple palabra quemaba,
así como tu amor que se convirtió en veneno del tiempo.
Poco a poco muevo los dedos,
se mueven nota por nota en el piano
y el resultado es esa melodía que hace temblar corazones,
la tristeza y la soledad se notan,
en las sonrisas quebrantadas,
en la piel sombría,
en los ojos sin destellos.
Las barreras se edifican sin previo aviso,
cuando ya no hay manera de transpasarlas
aunque uno se desgarre el alma queriendo hacerlo.
Que envidia,
aun asi hubiera querido escuchar tu voz fuerte y coqueta.
Como el dulce que te invita a pecar
o la mas ardiente de las tentaciones.
Las palabras sin rumbo eran el camino ideal...
ideal...no definitivo ni presente.
El año casi termina
y yo aqui, me sigo callando por ambos....
las sombras brillaban con la luz del sol,
el frío quemaba hasta las entrañas
e hicieron callar esas palabras que gritan en el medio de la noche.
No quise aceptar lo mucho que te extraño,
sobre todo en estas fechas cuando ciertas etapas terminan
y si alguien debía sostenerme para seguir caminando...
eras tú.
Esa noche, quise escucharte una vez más,
quizá los oídos hubieran sangrando,
dudo, más que el corazón.
Una simple palabra quemaba,
así como tu amor que se convirtió en veneno del tiempo.
Poco a poco muevo los dedos,
se mueven nota por nota en el piano
y el resultado es esa melodía que hace temblar corazones,
la tristeza y la soledad se notan,
en las sonrisas quebrantadas,
en la piel sombría,
en los ojos sin destellos.
Las barreras se edifican sin previo aviso,
cuando ya no hay manera de transpasarlas
aunque uno se desgarre el alma queriendo hacerlo.
Que envidia,
aun asi hubiera querido escuchar tu voz fuerte y coqueta.
Como el dulce que te invita a pecar
o la mas ardiente de las tentaciones.
Las palabras sin rumbo eran el camino ideal...
ideal...no definitivo ni presente.
El año casi termina
y yo aqui, me sigo callando por ambos....
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