Mariposas infinitas

Me gusta sentir esperanza.
Me gusta que mis sueños estén a la par de tus latidos.

Luego de la carrilla inteminable,
resulta que unos pajarillos decidieron hacer nido bajo mi ventana,
cantan todo el día y vivo como princesa animada.

¿Podría ser un buen presagio?
Luego de esa inmensa fe en ti,
del miedo a la soledad,
nada que tu sonrisa no solucione,
tus pucheros cual niño de 5 años
y el afán de perderme en tus ojos.

Me gusta sentir que complementas mi vida,
que desde que apareciste todo mejoró
y mucho cobró sentido.

Ayer fui presa del tiempo,
contigo no siento su paso.
Las mariposas siguen volando,
no tienen para cuando emigrar.

Arreglaste mis alas,
escribiste mi cuento,
y la historia no tiene final,
eres mi aliento.

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