C'est...fini?

¿Y de qué privilegios se supone que goza?
Me cuesta trabajo decirlo todavía
"Me equivoqué".

Con todo esto, solo que que no estoy segura de nada.
Ya no me importa si me duele o si dolerá más
y solo quiero que se detenga.

La única sensación de paz es saber que lo sabe,
que realmente hice todo lo que creí
y me mantengo con esa idea.

Lo extraño porque con o sin título era él.
No preguntaba demás
las preguntas nunca eran tontas.
Me dejaba hacer y deshacer
jamás se complicó.
Estaba cuando tenía que estar.

Aunque pareciera uno de los tantos personajes
ese donde si no es drama no es ella,
desconozco que tan predecible sea.

Me hubiera encantado ser su poema,
para ser exactos, "Táctica y Estrategia" de Benedetti.
Es mi María Iribarne.
Porque aún a los 24 que tengo,
con lo poco y sustancioso,
me hace realmente feliz.
No de ese rosa-feliz,
de ese feliz -real
que se transforma
pero permanece.

Dijo que no quiere lastimarme,
alguien debía ser el coherente
aunque ahora no se a que se refiera
cuando siento el corazón roto,
como eso que te encuentras en el camino
y no lo quieres ni tocar
porque no quieres saber si respira o no.

Fue muy tarde,
demasiado tarde.

Comentarios

Adrian Andrade dijo…
Yo creo que nunca se es demasiado tarde ni demasiado pronto cuando se trata asuntos del corazón; pero en veces es el miedo a vivir una mentira lo que nos provoca distorsionar la verdad.