Él juega con el reloj en sus manos,
acomoda el tiempo y sonríe,
colma los segundos de oportunidades.
Lo escucho hablar y me inspira,
algo tan aterrador como el futuro
se ve claro en sus palabras
y siento deseos de permanecer ahí.
Los minutos con él han sido pocos pero muy efectivos.
Luego de un viaje al fin del mundo,
el espacio al que llamo hogar son sus brazos,
es la seguridad que brindan y el sueño tranquilo de cada noche.
Dice que me siente más suya
y yo siento que limita mi vida a dimensiones reales,
porque son tintes de mi libertad que dejo en sus manos
y a la vez me hace crecer como persona,
es mi equipo, mi apoyo.
Veo su mirada,
acaricio su rostro
y es en ese instante cuando todo encaja.
Somos nosotros,
unos protagonistas que comparten un cachito de vida
que aprenden de los sueños, bailan con sus historias
cantan con el tiempo,
y caminan siempre hacia adelante.
acomoda el tiempo y sonríe,
colma los segundos de oportunidades.
Lo escucho hablar y me inspira,
algo tan aterrador como el futuro
se ve claro en sus palabras
y siento deseos de permanecer ahí.
Los minutos con él han sido pocos pero muy efectivos.
Luego de un viaje al fin del mundo,
el espacio al que llamo hogar son sus brazos,
es la seguridad que brindan y el sueño tranquilo de cada noche.
Dice que me siente más suya
y yo siento que limita mi vida a dimensiones reales,
porque son tintes de mi libertad que dejo en sus manos
y a la vez me hace crecer como persona,
es mi equipo, mi apoyo.
Veo su mirada,
acaricio su rostro
y es en ese instante cuando todo encaja.
Somos nosotros,
unos protagonistas que comparten un cachito de vida
que aprenden de los sueños, bailan con sus historias
cantan con el tiempo,
y caminan siempre hacia adelante.
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