Estaba haciendo memoria de que estoy por cumplir un año fuera de Badabun.
Mucho se habla sobre el contenido, sobre los rostros de la empresa pero ese no es el tema que discutiré aquí, lo único que puedo decir es que conocí grandes personas ahí, que hay muchísimos compañeros que trabajan como no tienen idea y que a mí siempre me trataron bien, el día que no lo hicieron fue primera y última. Hay días en que los extraño y extraño escribir cierto tipo de notas pero la vida pasa y los ciclos terminan para dar pie a otros.
Los dos años que estuve ahí traté de hacer lo mejor en mi trabajo, como en todo equipo, creo que mi trabajo más importante es aligerar o facilitar el trabajo de los demás. La realidad es que mi estancia coincidió con un crecimiento enorme en la empresa y eso solo implicaba más trabajo, poco a poco dejé de respetar mi horario de trabajo y sobre todo el tiempo para mí y mis seres queridos.
Recuerdo que renuncié, el último día me despedí de los compañeros con mucho sentimiento, la verdad no aguanté irme sin llorar, pero al mal paso darle prisa ¿no? Me desperté al día siguiente pensando que no sabía que hacer, que tenía que buscar un trabajo y que no tenía idea de qué iba a pasar. Algunos excompañeros me enviaron mensajes y todos coincidieron en algo "hay vida después de estar ahí", ojo, esto aplica para cualquier empresa.
Para mi sorpresa (o por gracia de Dios, prefiero creer esto) tardé dos días en encontrar trabajo. Esta oportunidad me dio un horario más flexible, lo que me llevó a pasar más tiempo con mi marido, mi perro y mi mamá, digo no vivo con ella pero con todo lo que ha pasado valoro mucho el poder ir a visitarla por las tardes y disfrutar un cafecito.
Tuve más tiempo para dedicarle a la escuela y terminar la maestría con el mejor enfoque. Ahora estoy a días de mi acto académico, ya pueden decirme "Maestra" aunque seamos honestos, uno no deja de aprender.
En diciembre mi carro murió -ya les contaré en otro post- y por más que traté de evitarlo ya no hubo vuelta atrás, hubo que comprar otro y ¿qué creen? Sí se pudo.
Otro de los logros de este año súper especial, es que me metí al comité de vecinos. No se me ha dado el amor por la política aunque me gusta informarme, pero ver tanta queja del lugar donde vivo me hizo pensar en que no todo podía estar perdido. Total, armamos un comité, perseguimos al alcalde para que nos apoyara con algo urgente y se dio, siguen habiendo necesidades, con algunas nos han ayudado y con otras no, pero se ha visto un cambio grande en la colonia, más vecinos involucrados, menos robos y menos asaltos, eso lo vale todo. ¿A quién no le gusta vivir en paz? Al día de hoy el comité sigue trabajando, las cosas siguen mejorando.
No puedo describirles lo bueno que ha sido poder estar más tiempo con mi esposo, me refiero a tiempo de verdadera calidad, no llegar, cenar y dormir. Platicar, salir, ir de compras, aprender cosas nuevas...este año se animó a salir de gira con su banda, los viajes son otra experiencia, pude ir al primero de ellos y aunque es cansado (para ellos más), es increíble lo que pasa cuando suben al escenario, cuando Dios hace lo suyo y la gente los recibe. Con mi trabajo de antes me lo hubiera perdido.
Este año me dio la oportunidad de acomodar mis ideas, entre ellas la de mi fe. Volví a la iglesia, y eso me da dado más paz mental, todos tenemos necesidades diferentes, ya les he dicho que no diré que esto o aquello es mejor, pero en lo que a mi respecta, mi fe sí me ha hecho una persona más plena y feliz. No quería, la verdad estaba muy lastimada por experiencias pasadas, pero todo se acomodó. Esta etapa ha sido muy buena.
Para rematar, mi nuevo horario general me permitió apoyar rescates de perros abandonados, hasta ahorita llevamos tres perros adultos y 10 cachorros, de ahí surgieron proyectos para apoyar la causa además de ser hogar temporal para rescates y claro, lo que ya han visto en mis redes sociales: el deseo de hacer un parque canino o varios en la ciudad. El proceso no es ni corto ni fácil, pero no pienso quitar el dedo del renglón. Ya les contaré después cómo pueden ayudar...
La raíz de todo es darte cuenta de esto - aunque varios lo han dicho ya- el trabajo nunca se va a terminar, pero muchas veces nos encerramos tanto en ello que nos perdemos todo lo demás, y la realidad es que uno siempre puede hacer tiempo para las cosas que le importan. Tanto con Badabun como mis otros trabajos, les tengo cariño, valoro mi tiempo ahí, pero ahora es otra etapa y es emocionante ver todo lo que podemos lograr cuando simplemente nos atrevemos. Darle el lugar que le corresponde a mi trabajo, -esté donde esté- me ha dado los medios para tener la vida que quiero y para hacer mil cosas más. Sí, es cansado, le platico a mis seres queridos y creo que se marean de escucharme, pero en mi caso muy particular, me voy a dormir cansada, plena, satisfecha de lo que hice en el día y esa sensación, vale todo el esfuerzo del mundo.
¿Qué hacen cada día y que les hace saber que ese día valió la pena?
¿Cómo saben que están satisfechos con lo que viven?
¿Si no están donde quieren estar, qué les falta para llegar allá?
Comentarios