Y volveremos...

Después de un intento fallido por retomar el blog, decidí que era tiempo de hacerlo en forma ¿la razón? ¡El circo que hay en mi cabeza!

Resulta que desde la última vez que escribí por estos lugares en forma mi vida ha dado muchos giros. Es cierto, lo de antes era súper dulce, pero ahora solo quiero soltar todo lo que cargo, del trabajo, de la escuela, de mi matrimonio (que les prometo que las quejas son mínimas), de la iglesia, la aventura que ha sido tener a un perro, lo que no me gusta o me gusta de mi entorno y, aquí vamos.

Soy cristiana pero no fanática (o eso creo), así que habrá menciones de Dios, pero no por eso no lo pueden leer, no pretendo que se conviertan o algo pero si quieren conocer mi historia, hay que contarla completa o no tiene chiste.

Sigo aprendiendo, sí, tengo 32 años y sigo aprendiendo de todo, así que siéntanse en la libertad de retroalimentar estas letras, las opiniones son bienvenidas y las ofensas no tanto, pero hay de todo en el rebaño del señor.

¿Por qué no tengo hijos?
¿Por qué no le pido ayuda a mis papás para tener una vida más acomodada?
¿Por qué batallo con mis trabajos?
¿Por qué me salí de Badabun?
¿Por qué no puedo darle hogar a todos los perros del mundo?
¿Por qué mi marido trabaja en casa?
¿Por qué no veo a mis amigos como antes?
¿Por qué no puedo desarrollar hábitos más saludables?
¿Qué es lo que más me gusta de Netflix?
¿De dónde me salieron tantas hermanas?
¿Por qué no puedo comer tacos todos los días?
¿Por qué no hago más tiempo para cocinar en casa?
¿Qué diría Vane si siguiera entre nosotros?
¿Qué diría Nala si pudiera hablar?
¿Por qué Charly no me ha compuesto más canciones?
¿Por qué parece que hay demasiada información en mi cabeza?

Eso más espero compartir. Volveremos.

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