La esposa del músico

En un día como hoy hace seis años, Charly y yo nos casamos. A esta hora estábamos por iniciar las actividades del día que culminarían en la ceremonia y la gran fiesta, la pasamos excelente con nuestros seres queridos y recuerdo que me dijeron "Se ven muy relajados", ¿Acaso esperaban que me convirtiera en Bridezilla? 

No sería ni la primera vez que harían preguntas así y eso no era nada comparado a lo que vendría después...















Me casé con un músico y desde ahí sé que muchos han dicho que pobre de mí, han pensado que mi marido no tiene lo necesario para "ser cabeza del hogar" y que muy probablemente lo mantengo...no podría ser más alejado de la realidad.

Verán, desde que empezamos a salir, antes de hacernos novios, Charly fue muy claro, mencionó que tenía el proyecto de la banda musical y que necesitaba estar con alguien que lo apoyara. A mí se me hizo fácil decir que sí -como en muchas otras cosas que uno se mete y se lleva tremendas sorpresas- y  seguimos con la relación. Esta plática fue clave, porque en ella cada uno dijo lo que quería de una pareja y el otro tenía la oportunidad de dejar todo por la paz o seguir, nada de que "a mí no me dijeron", "yo no sabía", "pensé que cuando nos casáramos iba a cambiar". Sabíamos a lo que estábamos entrando y le seguimos. El punto aquí no es que fuera músico, mucho menos que quisiera desarrollar el proyecto musical, el detalle era que estaba siendo claro desde el principio y me dio esa oportunidad también, muy personalmente creo que todas las parejas deberían tener esta plática y ser honestos uno con el otro, ¿Por qué? Porque no se puede avanzar si ambos van en direcciones opuestas. 

                                   

Después de la boda, tuvo la inquietud de entrar a la universidad y yo dije que sí. ¿Cómo? ¿No iba a trabajar para mantenerme? ¿No iba a ser el proveedor para su familia? ¿El hombre del hogar? Le dije que estudiara de lleno y yo me encargaba de los gastos pero no quiso, trabajó y estudió casi toda la carrera hasta que enfermó, nada de eso lo hizo menos como muchos creyeron o creen.  La verdad de repente me sentía abandonada porque luego del trabajo no tenía tiempo con él, tenía tareas, estaba ocupado. Pero ¿qué creen? Era una inversión en el matrimonio, en el bienestar de nuestra pequeña familia. La carrera le permitiría tener un plan B, tener otra opción por si lo de la banda no se daba, opciones de otro trabajo. ¿Acaso no todos queremos un mejor futuro? Nosotros decidimos entrarle y hoy ya está graduado. Decidimos esforzarnos para no estancarnos en un límite, en decir que hasta cierto punto podríamos llegar con lo que cada uno era, lo apoyé con la carrera y él a mí con la maestría, ambos queríamos y seguimos queriendo más. 

En ese inter tuve tres trabajos distintos, todo fluyó. Decidimos no tener hijos hasta poder darles algo sólido como entorno, como individuos y como pareja. Claro que no hay un momento exacto para tener hijos, pero nosotros decidimos reducir el margen de error en la medida de lo posible. Medio mundo ha opinado sobre si ya deberíamos de tener hijos o no, incluso creo que han pensado que tenemos problemas, pero nada de eso, solo nos hemos cuidado para lograr algunas metas personales y recibirlos como individuos plenos. ¿Qué niño o niña no quiere tener papás felices? 



Con mucho trabajo la banda se ha movido, en algunas ocasiones quizo tirar la toalla, por cambio de integrantes, por falta de recursos, pero no lo dejé. Yo no quería y ni quiero que luego esté frustrado con la vida porque no pudo cumplir lo que quería. El disco está listo, han hecho gira, videos musicales y todo lo que se pueda, seguimos trabajando y lo apoyo en lo que puedo porque esto lo hace feliz, porque esto hace que su mundo esté bien y por ende, que dé lo mejor de él en la relación. 

¿Y qué ha hecho él por mí? Quienes lo conocen saben que no es la persona más extrovertida del mundo, pero simplemente no podría describirles la paz que le ha dado a mi vida. Me ha motivado a volar hasta donde he querido, siempre ha confiado en mí, somos una pareja noña que tenemos acceso al celular y cuentas del otro, sin miedos. Me ha enseñado a administrarme mejor, a tomar mejores decisiones para mi desarrollo profesional, se ha desvelado conmigo mientras hago tarea, hace muchas cosas en casa para que no me abrume por hacer "trabajo doble" y todo cuenta, la paz que me da me lleva a dar lo mejor de mí a la relación de pareja. Ambos cuidamos de la casa porque ambos vivimos en ella, ambos trabajamos y queremos tenerla linda, a veces no hay tiempo y me frustra, pero las cosas se dan. No se trata de ayuda, vive en ella y la cuida también. 

En estos seis años hemos tenido problemas de salud, de su parte puedo mencionar unos horribles dolores de cabeza que lo dejaban tirado, un problema en la sangre que le provocaba unos bajones horribles y que hasta nos hizo pensar que se iba a morir pronto. A mi me tocó un problema en la espalda que me mantuvo en casa dos meses con muchos problemas para caminar, y a pesar de todo eso aquí seguimos. Esas pruebas nos hicieron ver quiénes eran los verdaderos amigos, quién era nuestra verdadera tribu. Claro que nos dolió ver que muchos no estaban como decían estar, pero igual aquí seguimos y claro que eso nos unió más. Muchas veces hubo momentos difíciles en esas épocas, pero nos aguantamos, incluso le ocultamos algunas cosas a la familia porque ya parecía chiste, fue horrible pero valió la pena. 
                                        

Quizá por esas temporadas grises estos seis años se nos han ido como el agua.

Claro que no es perfecto, hemos tenido desacuerdos, he hecho muchos berrinches, Charly de repente ha sido cerrado en algunas cosas, pero hemos aprendido a esperar y pensar con la cabeza fría, a entender que no siempre tenemos la razón y que puede haber otras posibilidades. Es parte de la voluntad y la consciencia de saber hasta dónde le permitimos llegar al otro en nuestra vida. 

                                        

Creo que en estos seis años hemos confirmado que no hay una fórmula perfecta para que la relación funcione, solo se trata de hacer lo que a cada quien le funcione mejor y le haga feliz, se trata de apoyar a la otra persona con todo el corazón y de que uno también reciba ese apoyo, que no se vea a la pareja como un freno sino como ese airecito que te da más vuelo y te abraza el corazón. Es verdad, no es buscar la media naranja, es entender que somos personas completas, con cosas buenas y otras no tanto pero que vamos a dar lo mejor para esa relación. El amor se decide todos los días, se trabaja todos los días y no importa si es un día, un año o cien, si ambos lo deciden van a seguir. 

Feliz aniversario. 








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