¿Se acuerdan de esa canción de los elefantes que se columpiaban sobre la tela de una araña? Según la letra, veían que resistía y llamaban a otro elefante, nunca supe en qué punto se rompía pero algo así ocurre cuando no aprendemos a decir que NO, terminamos cargando con más peso del que realmente podemos soportar.
Creo que muchos hemos crecido pensando que el NO es una mala palabra, que nos hace ver egoístas, negativos, sangrones y todo lo malo que puedan imaginar...pero en estos años he aprendido que en realidad es una palabra liberadora y que si la usáramos más seguido la vida sería más fácil.
No crean, aún me cuesta trabajo poner límites pero he mejorado mucho. Quienes me conocen saben que tengo una hermana y un hermano 8 y 9 años respectivamente menores que yo. Cuando éramos pequeños, mis papás tenían muchos compromisos, muchas piñatas por su círculo de amigos, reuniones en casa de amigos y me obligaban a ir, no es que las personas me cayeran mal pero siempre me hacían acompañarlos para cuidar a mis hermanos y la verdad es que no era tarea fácil.
Imagínense, era un sábado o un domingo, llegaban mis primas a casa de mi abuela y aunque yo me quisiera quedar con ellas mi papá me hacía subir a la camioneta para irnos, jamás con violencia pero sí a regañadientas mías. Creo que ahí sentí que no tenía caso expresar que no quería hacer las cosas, hablar mi negativa o mostrar mi descontento, no importaba mi NO porque había que obedecer a mis padres...y que equivocada estaba, eso no era permanente.
Ya en la prepa tuve un novio que insistía mucho en llevar la relación más allá, en tener relaciones sexuales pero yo no quise y ¿qué creen? Me puso el cuerno. Claro que sentí feo pero también entendí que mi NO sí valía y que era yo quien decidía, ya estaba en edad de hacerlo y fue lo mejor. De ahí en adelante esa palabra fue mi amiga, en cuestiones familiares, amistades o con pareja, el NO puede ser era bocanada de aire fresco cuando sientes que te ahogas, ese momento en que agarras vuelo para pasar a algo mejor.
¿Saben? El decir que NO tiene mucho que ver con el miedo a lo que digan los demás. Creo que sabemos perfectamente cuando no queremos hacer algo, cuando no estamos en condiciones pero pensar en lo que las otras personas dirán es lo que nos detiene y aquí es donde pregunto "¿Y?". ¿Esas personas saben realmente como nos sentimos? ¿Les vale y son egoístas? ¿Nos avientan al fuego para no quemarse? ¿Tienen flojera y prefieren que nos cansemos nosotros? ¿Esconden lo que no les agrada en delegarnos algo?
Amigos, el NO es ser la persona inteligente, es ser independiente y realmente ponernos en primer lugar, no por egoísmo, sino porque simplemente cuando no estamos bien NO FUNCIONAMOS. Hace unos minutos estaba leyendo los tweets de una prima y hablaba de que por no decir que no estaba saturada de cosas y solo quería descansar. ¿Cuántas de esas cosas podía hacer alguien más? ¿Cuánto se le puede ayudar? La realidad es que cuando alguien dice NO y la otra persona le respeta, hallará las formas de hacer las cosas, sin chantajes, sin reclamos, sin hacerte sentir mal.
Está bien no estar bien, está bien pedir ayuda, está bien decir que no y tomarse tiempo para uno. Es desde las cosas más simples hasta las más grandes, como cuando a mi esposo y a mi nos invitan a una fiesta y decido NO ir porque estoy cansada, porque fue una semana difícil en el trabajo y solo quiero dormir. Sé que le van a preguntar por qué no voy, sé que van a pensar que estamos peleados, sé que quienes pregunten harán mil historias en su mente, que quizá el festejado o la festejada se ofendan porque no voy pero, NO, mi bienestar es primero.
No ceder a un capricho de alguien porque te complica el día o tus actividades.
No porque no tienes ganas.
No porque implica tiempo, dinero o energía que no tienes.
No por lo que pueda implicar (negativamente para ti) decir que sí.
No porque sabes que alguien más puede hacer eso que te piden de una forma mejor.
No porque tu palabra vale y la otra persona no es quién para cuestionarte.
No porque tú eres quien elige.
No porque es lo mejor para ti.
En estos días me ha rondado la cabeza el pensar que soy muy bocona, que no me callo cuando algo no me parece, que puedo estar equivocada pero no por eso no expresaré mis ideas, está la voluntad de aprender si dije o hice algo mal, no tengo miedo de disculparme o de adoptar otra perspectiva. Abrazar el NO es uno de los primeros pasos a la libertad personal. Tener la seguridad de decir NO te lleva a decir lo que sientes, a ser transparente. Habrá ocasiones donde no será fácil pero sí será lo correcto, hasta te ayuda a no vivir en el hubiera...
Tu "NO" tiene poder, tu voz importa.
¿Por qué te ha dado miedo decir que "NO"?
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